Bibliotecaria Mónica Argüello, ¡Presente!

La vuelta a clases presenciales en condiciones totalmente inseguras e impuestas por los responsables de turno en todas las jurisdicciones del país, responde a demandas de grupos de poder, pero también a medios de comunicación, padres, docentes y alumnes. El apuro por "la foto" que dejara a todos los sectores que presionaban contentos, contó con el consenso de muchxs y el silencio cómplice de sindicatos que lejos de defender mejores condiciones de trabajo avalaron la vuelta sin tener en cuenta los riesgos de contagio que exponen a docentes y alumnxs, contagios que en algunos casos llegan a la muerte.

Este fue el caso de la bibliotecaria Mónica Argüello, trabajadora de la escuela 503 del partido bonaerense de Moreno (Buenos Aires), que falleció el 6 de abril pasado por covid-19. Se suma así, a la de otros docentes como Jorge Langone, quien era profesor de taller en una escuela técnica de Villa Lugano (CABA). Y solo por referirnos a CABA y AMBA. Hay muchos más docentes infectados in itinere, viajando en transporte público en condiciones pre pandémicas, o asistiendo a escuelas sin agua, sin baños o sin ventilación apropiada. 

Frente a estas pérdidas humanas, las declaraciones de ministros de diferente color político, suenan a discurso unificado: Nicolás Trotta aseveró “No están en duda las clases presenciales porque no hay evidencia que muestre que la suba de casos esté relacionada”. Declaración que tiene el mismo tono a las que nos tiene acostumbrada Soledad Acuña en Capital. Mientras en la provincia de Buenos Aires, la Directora General de Escuelas, Agustina Vila, flexibilizó el protocolo de presencialidad e higiene antes de dar inicio a las clases.

Estas declaraciones cuentan con la complicidad de los medios hegemónicos de comunicación, que se encargaron de fomentar una presión para la vuelta a las clases presenciales, instalando la idea del 2020 como un “año perdido” o un “año sin clases”; ignorando la ardua tarea que lxs trabajadorxs de la educación llevaron a cabo durante la virtualidad. Se han publicado múltiples notas urgiendo a la presencialidad, minimizando el riesgo sanitario existente.

Pero no solo no se ha invertido en mejoras edilicias básicas para la presencialidad. Tampoco existe inversión en tecnología para facilitar la conectividad de docentes y alumnes, suministro de dispositivos a los alumnes que lo necesiten o dar gratuidad en los abonos telefónicos. Además no se llevan adelante los actos públicos para cubrir dispensas, cargos u  horas cátedra, obligando a lxs bibliotecarixs a oficiar de “maestros volantes” o “comodines”. Mientras se utilizan las bibliotecas como sectores de aislamiento y despensa.

Frente a esta situación y el silencio de asociaciones de bibliotecarixs, sindicatos nacionales y provinciales, creemos importante señalar y enfatizar:

• Basta de muertes evitables de bibliotecaries y todes les trabajadores de la educación.

• Mayor seguridad y elementos necesarios dentro de las instituciones para evitar contagios.

• Mejoras en el transporte, mayores frecuencias que nos resguarden al momento de trasladarnos de una escuela a otra y a nuestros hogares.

• Cobertura de dispensas, cargos y horas por personal calificado.

• Respeto por nuestro trabajo y rol específicos.

• Que se garanticen los puestos laborales de bibliotecaries, sin reducción salarial.

• Que se efectivice la conectividad a todes les trabajadores de la educación y a les estudiantes.

• Respeto del Estatuto Docente y  Reglamentos Escolares para que no se flexibilice  ni degrade nuestro rol.

• Aceleración en la aplicación de vacunas para el personal docente y no docente de instituciones educativas.

• La necesidad de exigir, como afiliadxs y/o trabajadores en ejercicio, a todas las representaciones sindicales que se expidan por el rechazo a una presencialidad que puede ser mortal, realizando las gestiones pertinentes para contar con insumos, medios y condiciones dignas de trabajo y seguridad para los trabajadores de la educación.

Acompañamos en el dolor a familiares y amigues de la compañera Mónica Argüello.