Que el miedo no te paralice y que la bronca te organice

 Una sociedad más justa, ¡no se logra amputando derechos!

Desde SiTBA -Sindicato de Trabajadorxs Bibliotecarixs de Argentina- expresamos y compartimos la preocupación por los resultados de las últimas elecciones PASO del pasado 13 de agosto. Preocupación que no es sorpresa, pues como trabajadorxs sufrimos los impactos de la inflación, la precarización y el desempleo.

Sin embargo, frente a tan contundente avance de propuestas negacionistas, violentas y antiderechos nos tomamos un tiempo de reflexión, concluyendo que NO podemos ni debemos guardar silencio. Porque el silencio, en este contexto, es complicidad.

Justamente, sabemos que ese silencio, en el peor de los casos, permite el avance de una derecha que sólo promete arrasar con derechos, alcanzados por la lucha de diversos movimientos de trabajadores que han sido ejemplo en toda Latinoamérica. Y que propone como solución a nuestros problemas, eliminar derechos en vez de garantizarlos.

Este contexto se da -paradójicamente- en el aniversario de los 40 años de democracia. Misma que recuperamos tras la noche más oscura y sangrienta que vivimos como país.  Por aquellos días de 1983 -se recitaba el Preámbulo de nuestra Constitución- y hoy las propuestas que ganan mayor adhesión, la desconocen en su totalidad. 

Como trabajadorxs bibliotecarixs nos desempeñamos en diversidad de ámbitos relacionados con el acceso a la información y al conocimiento: escuelas, universidades, bibliotecas especializadas,  y por supuesto las bibliotecas populares presentes allí, donde el Estado no llega. 

La memoria de la humanidad está  ligada a las bibliotecas, y elegimos mantenerla viva, por eso tenemos muy presente lo vivido en la década del 1990, cuando la privatización de las empresas públicas y de la jubilación no sólo no brindaron mejoras, sino que aumentaron las desigualdades. Hoy nos ofrecen las mismas fórmulas con otros títulos.

Tenemos presente cómo terminó todo aquello, con un 2001 que nos obligó a salir a las calles y a enfrentarnos. 

Las bibliotecas dejaron de ofrecer libros, para contener y ofrecer matecocido, porque estamos convencidos que donde hay una necesidad, hay un derecho. Y a la par de los trabajadorxs de la educación, la salud, nuestras universidades y tantos otros organismos públicos salimos adelante, gracias al valor del desarrollo investigativo de nuestros científicos y científicas que genera el avance tecnológico de nuestro país.  Con todos sus defectos, nuestra democracia es perfectible, pero nunca cercenando derechos.

Ahora más que nunca necesitamos dirigentes que defiendan nuestra patria, nos incluyan, respeten y que protejan a lxs más vulnerables trabajando día a día, por un futuro mejor para todos y todas. Necesitamos dirigentes críticos, con capacidad de escucha a un pueblo descontento, capaces de gestionar un país en crisis, sin vulnerar derechos, sin ampliar las desigualdades pero conscientes de la necesidad de un cambio socio político.

Desde discursos de odio, exclusión y menosprecio, no es posible.

Es muy fácil destruir y vemos lo difícil que es volver a construir. 

En base al peligro que se  aproxima nos declaramos en total rechazo y oposición  a la desarticulación de ministerios nacionales, eliminación de paritarias, indemnizaciones por despidos, privatización de la educación, la salud ,la jubilación y tantos otros derechos logrados en décadas de lucha  apostando a la justicia social

Por todo lo expuesto, invitamos a lxs integrantes del colectivo bibliotecario:

+ individualmente a revisar qué ponemos en riesgo, y si ese riesgo vale la pena en tanto sigue siendo una minoría -cada vez más selecta- la que termina beneficiándose.

+ de modo colectivo: a las bibliotecas, organizaciones y/o centro de estudiantes de la carrera -si así lo desean- a debatir este manifiesto  generando espacios de charla, debate y concientización sobre los peligros reales que nos acechan.

¡Lxs invitamos a reflexionar sobre la construcción de una sociedad más justa, a la que no se llega amputando derechos!